miércoles, 23 de febrero de 2011

Babyshower en San Rafael, Mendoza

En enero decidí ir de vacaciones a mi ciudad natal, San Rafael, Mendoza. La decisión fue a partir de enterarme que mis compañeras de secundaria (yo cursé allá antes de venirme a vivir a Buenos Aires 1ro., 2dro., 3er. año y una semana de 4to.) tienen agendado encontrarse cada primer viernes de febrero... Ya de por sí era una propouesta emocionante... Chateando con una de ellas, surgió la idea de que yo actuara allí. Así fue como busqué por la web algunos centros culturales sanrafaelinos a los que les propuse que recibieran mi "Babyshower". Concreté con el primero que me contestó. Sólo por eso, porque fue el primero. En ese momento se llamaba "Racimo Multiespacio". Una vez concretado me enteré que ("de casualidad") el espacio estaba construido en la casona que fue aquella escuela secundaria... Evidentemente, la vida me estaba "proponiendo" algo. Y allá fuimos. Hubo mil dificultades entre las que puedo mencionar que Racimo "cerró" y se reinauguró como "Isidris Multiespacio" en una semana... Pero finalmente se concretó y fue, de verdad, una función especial. La más especial de todas, quizá. Ahí estaba yo, 35 años después, vistiéndome en la que fue mi última aula unos meses antes de venirme. Ahí estaba yo, 35 años después, mirándome en el mismo espejo, del mismo baño, como si estuviera detenido en el tiempo... Enorme metáfora.... (pero sí, "en el mismo espejo"). Ahí estaba yo, 35 años después, reencontrándome con aquellos ojos adolescentes que me devolvían las mismas miradas un poco más maduras...
Entregué lo mejor de mí en esa función maravillosa.
Parí... porque de parir se trata.
Parí tantos recuerdos, tanta memoria atesorada.
Y ahí estuve yo, 35 años después, rodando en 27 abrazos que me devolvieron mi adolescencia y a la vez me permitieron, finalmente, despedirme de ella.
35 años es mucho tiempo. Y también es un instante. Y de pronto esos años y ese instante se funden y el alma hace eclosión...
Agradezco fundamentalmente a la vida por esta oportunidad de "enraizarme" en mis raíces. A Dorita Chavanne, por su ayuda a que yo concretara este sueño, por su calidez, por su cariño. A Andrea Trillo, Miriam Derias, Olguita López y Miriam Espasandín por permitirme descubrir que aquel "quinteto de lujo" que reía a rabiar sigue intacto. A Susana Pilato y Ruth Gerlero por sus abrazos y amor renovados. Y a las otras 20 ex compañeras, actuales compañeras todas, por sus presencias y sus emocionadas miradas. A Fernando, compañero de vida, por apoyarme y contenerme. A Ana Istarú, por su talento y generosidad. A Frida Kaplan, Alejandro Mateo y Pablo Porcelli, Emilia Goity y Paola Figueroa, que me ayudaron y bancaron antes. Y obviamente a mi hijo Lautaro, a quien siempre dedico este espectáculo.
Para mí, ofrecer Babyshower en San Rafael fue, sin dudas y con el corazón latiendo fuerte, un sueño cumplido. Y hacerlo en lo que fue mi escuela y con mis compañeras en la platea, un regalo de la vida.
Aquí comparto un album de fotos con imágenes de esa noche:

2 comentarios:

  1. Que buen post! Cuanta razon es que 35 años es mucho tiempo... acabo de salir de esa edad... Babyshower es un LUJO, es una obra que emociona y alienta... es una obra que quiero volver a ver! Felicitaciones, porque sé cuanto significo, o creo saberlo, hacerlo en San Rafael... Un fuertisimo abrazo!

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  2. ¡¡¡Gracias por el comentario, Guady!!!!! Y en breve lo hago en... ¡¡¡¡¡VILLA REGINAAAAA!!!! (siguen las emociones).

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